Tras separarse de sus amigos Romdrin e Izindriel comenzaron a caminar en silencio, tristemente. El camino era elevado respecto al resto del terreno, estaba rodeado de arbustos y maleza, de vez en cuando atravesaba algún pequeño bosque. El relevo era llano, a lo lejos se acertaba a ver montañas con el pico nevado, el resto eran campos de flores y colinas.
Para romper el hielo Romdrin preguntó:
-¿A qué te dedicabas antes de ser una Elegida?
-Era una arquera Flecha verde.
-¿Flecha Verde?
-Eran nuestros rangos- le explicó Izindriel con cara de añoranza.- Empiezas siendo Flecha Blanca, luego Flecha Negra, luego Flecha Azul, Flecha Verde y por último Flecha Roja.
-Entonces eras casi una tiradora de élite, ¿no?- inquirió Romdrin
-Sí, subías de rango pasando pruebas, tales como acertarle a una hoja a un kilómetro de distancia. ¿Y tú, que eras?
-Pues…
-¡Espera!- susurró Izindriel aguzando el oído- Rápido, a los arbustos.
Romdrin obedeció en silencio, se metieron en los arbustos que rodeaban el camino justo para ver como aparecía un destacamento de Hezshrak doblando la esquina que acababan de tomar.
Cuando pasaron de largo Romdrin le susurró a Izindriel:
-Hemos de seguirles a ver que traman.
Izindriel estuvo conforme. Tras varios minutos de seguirles a escondidas descubrieron que se tumbaban en el suelo en la cima de una colina y observaban algo. Luego se dieron la vuelta y se fueron por donde habían venido.
-Ya hemos descubierto lo que hacían aquí, dejemos de seguirles.-dijo Izindriel
Fueron a donde se habían escondido los Hezshrak y contemplaron horrorizados una tranquila aldea elfa. Era un grupo de casas ordenadas a través de una calle principal de la que salían callejuelas, estaba en el centro de un pequeño valle, sus límites estaban marcados por las colinas.
-¡Pretenden saquearla!- exclamó horrorizada Izindriel.
-Podemos intentar defenderla-dijo Romdrin
-¿Cómo?
-Bueno, si es una operación de saqueo a una aldea no esperarán encontrarse con resistencia, por eso no vendrán muy armados.
-Pero esos aldeanos no saben luchar.-dijo Izindriel
-Evitaremos la lucha cuerpo a cuerpo todo lo posible, usaremos los arcos y construiremos trampas.
En ese momento cinco Hezshrak salieron de entre la maleza y rodearon a Izindriel y Romdrin.
-No ayudaréis a los aldeanos- le dijo un Hezshrak
Seguidamente se lanzaron al ataque. Fue un suicidio.
Izindriel sacó y cargo su arco en menos de dos segundos y un Hezshrak cayó con una flecha en la cabeza y otros dos se quedaron a distancia cubriéndose con sus escudos.
Mientras tanto los dos que faltaban atacaron a Romdrin que desenvainó su espada y paró los ataques de sus enemigos sin mucha dificultad. Izindriel y Romdrin se pusieron espalda contra espalda. Un Hezshrak atacó a Romdrin estirando el brazo y lanzando una estocada al vientre de Romdrin, este desvió con su espada la de su contrincante hacia la derecha y contraatacó con tal fuerza que hubiera partido al Hezshrak por la mitad de no ser porque este alzó el escudo parando el ataque pero cayendo al suelo por la fuerza del golpe. El otro Hezshrak aprovechó el momento y hundió su espada en el brazo estirado de Romdrin causándole un buen corte que le arrancó un grito de dolor.
-Romdrin. ¿Estás bien?- le preguntó Izindriel
-No pasa nada- respondió este dándole un puñetazo en la cara al Hezshrak que le había hecho la herida.
Rematando al que había caído Romdrin se encaró con el otro.
Mientras tanto, uno de los que acosaba a Izindriel se decidió a atacar. Izindriel disparó pero la flecha rebotó en el escudo del Hezshrak, viendo que no le daría tiempo a cargar su arco sacó una flecha y se la clavó al Hezshrak en el corazón como si fuera una daga ya que este se había descuidado pensando que ya había ganado.
Romdrin recogió el escudo de su enemigo muerto y atacó con el al Hezshrak dándole un golpe en el pecho que no se esperaba y, al doblarse por el dolor, Romdrin le atravesó la espalda con su espada.
El Hezshrak restante salió corriendo por el camino hacia la curva.
-¡Izindriel dispárale!- le gritó Romdrin.
-No lo conseguiré.
-¡Eres una Flecha Verde!
-Pero fallé el tiro a mucha distancia en el examen- respondió Izindriel angustiada, ya que el Hezshrak estaba ya muy lejos.
-Confío en ti, eres una Elegida- la animó Romdrin.
Izindriel cargó el arco. Recordó como las burlas de sus compañeros al fallar el disparo en el examen.
Soltó la cuerda.
La saeta salió disparada.
Un instante después el Hezshrak caía de rodillas con una flecha en el cuello.
Izindriel soltó el arco y calló de rodillas, exhausta.
-Lo has conseguido- le dijo Romdrin.
Yendlis araba tranquilamente su huerta cuando vio llegar a una Elfa sosteniendo a un Humano que sangraba abundantemente por un brazo.
Yendlis, que al ser Elfo tenía plena confianza en los de su raza, soltó sus herramientas y salió corriendo a ayudar a la Elfa.
-¿Qué ha ocurrido?- preguntó.
-Los Hezshrak nos tendieron una emboscada- le respondió la Elfa.
-¿Cómo te llamas?- inquirió Yedlis
-Izindriel, y él, Romdrin. Pero no hay tiempo para presentaciones, ha perdido mucha sangre.
Ayudando a Izindriel, Yendlis fue llamando a la gente del pueblo y vendaron a Romdrin. Horas más tarde, con Romdrin más o menos recuperado, Yendlis reunió al pueblo en el edificio principal a petición de Izindriel y cuando estuvieron reunidos ésta empezó a hablar:
-Nosotros íbamos de camino a Elvéniador cuando un destacamento Hezshrak nos adelantó y se puso a espiar vuestra aldea, por lo tanto supimos que van a saquearla. Cuando decidimos ayudaros cinco Hezshrak nos atacaron hiriendo a mi amigo.
La noticia del saqueo levantó murmullos y miradas de terror y pánico entre los aldeanos.
-Si nos pusiéramos a trabajar ya, podríamos intentar defender la aldea mediante trampas y arcos,- añadió Romdrin- ya que ellos no cuentan encontrar resistencia.
-Pero no somos soldados- dijo un Elfo.
-Lo sé, pero sabéis manejar un arco y preparar trampas para animales. Con eso nos vale- explicó Romdrin.- Si no estáis dispuestos a hacerlo lo entenderé, pero es vuestro hogar lo que está en juego.
Tras unos minutos de silencio un habitante exclamó:
-Mi familia lleva viviendo en este valle generaciones y generaciones, no nos echarán, lucharé.
Al final todos los aldeanos empezaron a decir cosas por el estilo y comenzaron los preparativos.
Al atardecer la forja de la aldea trabajaba sin descanso, la gente esparcía paja por las entradas del pueblo, iba a la plaza central a practicar con la espada o el arco o iba a hacer su turno de guardia correspondiente al camino. Mientras, Romdrin y Yendli, al que la aldea había elegido como cabecilla, discutían sobre la forma de defender la aldea.
-Cuando los Hezshrak intenten entrar en el pueblo prenderemos la paja de la entrada y los arqueros apostados allí comenzarán a disparar. Los Hezshrak intentarán acabar con ellos, entonces retrocederán prendiendo la paja que tendrán en las callejuelas y se reunirán en la plaza, continuaremos retrocediendo así, y si nos queda más remedio tendremos que aguantar con la empalizada de la plaza y enzarzarnos en un combate cuerpo a cuerpo. Cada escuadrón de arqueros estará dirigido por una persona.- explicó Romdrin.
-Todos esto me parece muy bien, ¿Pero el ejército de Hezshrak no atacará la aldea al ver que sus soldados no regresan?- preguntó Yendli.
-He estado en el ejército, si en una operación de saqueo los soldados no vuelven, se da por sentado que han desertado y no se hace nada.- respondió Romdrin.
A la mañana siguiente el cuerno del puesto de guardia comenzó a rugir e instantes más tarde vieron al vigía regresar corriendo al pueblo gritando:
-¡Ya vienen! ¡Ya vienen!
Shadak-Uhr y Shulliandlir caminaban tranquilamente por el camino hacia el bosque. El camino se iba viendo rodeado cada vez más de árboles y la luz comenzaba a escasear.
-Ah, como en los viejos tiempos, amigo- dijo Shulliandlir recordando cuando Shadak-Uhr y él trabajaban de mercenarios y cazatesoros por todo Cerdriander.
-Eran buenos tiempos, hasta que fuimos a por el Templo Perdido- añadió Shadak-Uhr.
Cuando Shulliandlir y Shadak-Uhr se ganaban la vida buscando tesoros y luchando a cambio de dinero se enteraron gracias a un viejo, después de refrescarle la memoria con unos cuantos celdruns, qué contaba una leyenda que existía un templo lleno de riquezas que había desaparecido ya que todos los que sabían de su paradero habían muerto misteriosamente. Tras hacerle recordar al viejo con una cantidad de celdruns donde tenía un mapa marcado en la zona donde debería estar el Templo, marcharon hacia allí.
Tras varias aventuras consiguieron llegar allí y encontrar la cámara del tesoro. Allí fue donde encontraron el poema de la Profecía y cosas que se referían a ella.
-¿Recuerdas aquella vez que vencimos a aquella banda de bandidos de las Llanuras de Shellen?-preguntó Shulliandlir
-Sí, diez contra dos, no pudieron hacer nada.-recordó Shadak-Uhr- Buenos tiempos aquellos.
En un viaje de unas cuantas horas por un terreno cada vez más boscoso por el que se encaminaban a los terrenos de una banda de secuestradores Shadak-Uhr y Shulliandlir caminaban tranquilamente recordando sus aventuras y riéndose.
-Bueno, aquí está- dijo Shadak-Uhr.
Ante ellos había un cartel en el que se anunciaba: “Bosque de Imin”
Y al lado uno toscamente tallado en el que figuraba: “Propiedad de Neriador, iros o morir.”
Romdrin se quedó en la plaza preparando las defensas y dividiendo a los aldeanos espadachines en escuadrones. Izindriel se fue con su escuadrón de arqueros a uno de los tejados.
Llegaron los Hezshrak. Eran cincuenta. Los aldeanos eran cuarenta y no eran soldados.
Cuando llegaron a la primera sección de paja una flecha ardiendo se estrelló en la paja. Los Hezshrak, desconcertados quedaron rodeados por un anillo ígneo y los arqueros del tejado comenzaron el ataque. Salió bien y cuando los Hezshrak fueron a por ellos se encontraron con un muro de llamas impidiéndoles perseguir a los arqueros. Enfurecidos, continuaron su marcha.
Llegaron a la siguiente trampa. Volvieron a quedar rodeados de fuego, esta vez solo eran cuarenta y cinco.
Murieron seis en ese ataque, cuando fueron a por los aldeanos, la paja no se encendió y los aldeanos se tuvieron que pertrechar en una casa. Diez Hezshrak se dispusieron a tirar la puerta y los treinta restantes se dirigieron a la plaza. Solo quedaba una trampa.
-¡Maldita sea, debemos ayudar a los arqueros!- exclamó Romdrin- Yendli, coje a tu escuadrón y sígueme. Calum, dirige tú la defensa de la plaza.
Yendli, Romdrin y cinco elfos más salieron corriendo por la calle principal en dirección a los treinta Hezshrak que se vieron atrapados en la última trampa, Romdrin, Yendli y el resto torcieron hacia la derecha en dirección a la casa donde estaban atrapados los aldeanos.
Romdrin comenzó a rugir:
-¡Por Rogonar!
Y comenzó la lucha.
En la embestida Romdrin abatió a dos Hezshrak desprevenidos, pero cuatro se dieron la vuelta y fueron a por él, ya que sabían que los demás eran aldeanos y no sabían pelear.
Rápidamente, Romdrin giró sobre sí mismo y descabezó con su espada a un Hezshrak antes de que se organizaran. Comenzó a defenderse con la espada y el escudo que le había cogido a su enemigo antes de llegar a la aldea. Los tres Hezshrak que luchaban contra él se confiaron y comenzaron a atacar sin protegerse, entonces Romdrin atacó a uno con su espada atravesándole, pero un fuerte calambre en el brazo debido a la herida recibida le hizo soltar la espada y encogerse de dolor quedando desprotegido.
Yendli acudió en su ayuda después de abatir a su enemigo, acuchilló con su daga a un Hezshrak en la espalda, pero el otro se giró y le atravesó con su espada. Romdrin, ya recuperado, gritó:
-¡Yendli!
Y atravesó al Hezshrak, que le había dado la espalda. En ese momento salieron los aldeanos de la casa y acabaron con los Hezshrak restantes
Yendli cayó de rodillas, un hilillo de sangre caía por sus labios.
Romdrin lo sostuvo antes de que se desplomara.
-Lo hemos conseguido- consiguió murmurar Yendli antes de morir con una sonrisa de felicidad en la cara.
Romdrin, llorando de rabia e impotencia, comenzó a acuchillar al Hezshrak que había matado a su compañero. Luego, serenándose dijo:
-Hemos de ayudar a nuestros compañeros de la plaza. Vosotros subíos a las casas que hay cerca de la plaza y matad a los Hezshrak de la retaguardia. En el ataque habían muerto dos de los Elfos del escuadrón de Yendli.
Los arqueros se colocaron en sus posiciones. Romdrin y los dos Elfos se prepararon para unirse a la refriega.
Comenzó a llover.
Fue una lucha encarnizada en la que varios Elfos cayeron, pero los Hezshrak nunca tuvieron oportunidad de vencer. Romdrin, cegado por la furia y la pena mataba sin piedad hasta que no quedó ningún Hezshrak en pie.
Cuando la lucha acabó los aldeanos tiraron las armas y comenzaron a llorar, algunos de alegría, otros de pena y salió el sol.
Luego enterraron a los caídos y quemaron a los Hezshrak en la plaza.
Cuando todo volvió a la “normalidad”, Romdrin e Izindriel explicaron a los aldeanos la Profecía y les dijeron:
-¡Nunca perdáis la esperanza, los Elegidos lucharemos por la libertad de Las Tierras de Cerdriander!
Dicho esto se marcharon tras despedirse de los aldeanos y aceptar las provisiones que éstos les ofrecían.
Luego, una Elfa de mediana estatura, de cabello marrón hasta los hombros con rasgos estilizados y un hombre, alto, rubio y de mirada orgullosa se echaron al camino.
Shulliandlir y Shadak-Uhr caminaban tranquilamente por el bosque cuando el Orco fue agarrado por las manos y le taparon la boca, rápidamente Shulliandlir desenvainó dispuesto a matar a quien había agarrado a su amigo, pero sintió el tacto frío del acero en su cuello y soltó el arma con un suspiro.
Neriador se hallaba tranquilamente sentado en su trono bebiendo cuando vio que sus guardias traían a un Orco de tez verde, vestido con ropas de mago y de constitución fuerte. A su lado venía un… ¡Elfo Oscuro!, uno de su raza a los que tanto odiaba por haberle expulsado de su tierra. Se lo iba a pasar en grande torturando a ese Elfo Oscuro flacucho de mirada calculadora y rasgos finos.
-Señor, hemos encontrado a estos dos entrando en el bosque- le explicó uno de sus guardias.
-Ah, vosotros debéis ser los amigos del Enano. Si queréis rescatarlo deberéis pasar la prueba del Coliseo. Consiste en sobrevivir tres rondas, primero luchar contra un contrincante, luego contra dos y finalmente contra tres.
Los dos amigos aceptaron con un asentimiento de cabeza.
“Pobres ilusos” pensó Neriador.
Romdrin e Izindriel caminaban por el camino rodeado de praderas, viendo las montañas en la lejanía.
-Antes de ver a los Hezshrak me ibas a contar tu historia.
-Sí, es verdad. Pues mis padres eran granjeros. Yo soñaba con cuidar su granja de mayor cuando unos saqueadores atacaron nuestra aldea matando a mis padres y a muchos aldeanos. Por eso viajé a Rumaë para hacerme soldado y combatir a los que les habían hecho eso a mis padres.- contó amargamente Romdrin. Por eso quise defender esta aldea.
-Perdón, no sabía que tuvieras un pasado tan duro, siento haberte hecho rememorar esos recuerdos.
Los dos se sumieron en un triste silencio, Izindriel pensando en como hacer olvidar a su amigo esa conversación, y Romdrin recordando aquellos dolorosos tiempos.
Capítulo 4: La aldea. El bosque
miércoles, 19 de agosto de 2009
Publicado por L.L.V en 23:11
Etiquetas: Las Tierras de Celdriander
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6 comentarios:
Hey! Me voy un día y al otro casi ni reconozco el blog!!!! jajaja!! Me gustó mucho más este capítulo, mirado con objetividad a cada capítulo pareces mejorar mucho, en serio, lo único que sí te voy a decir (y perdón que me pongo como la otra vez) es que en la primera parte cuando Romdrin e Izindriel son encontrados por los Hezshrak en una parte tu dices: "contraatacó con un ataque", queda demasiado repetitivo, y no era necesario, porque es cierto que a veces lo hacemos porque no sabemos como describir un ataque o algo, pero en este caso era totalmente innecesario. Por lo demás fue un lindo capítulo, muy dinámico. Me encanta cómo describes las luchas, eso es algo en lo que yo siempre tengo problemas, me resulta más fácil hacer las partes de los caminos y las conversaciones, y toda la parte de sentimientos (rencores, dolores, y esas cosas), pero las luchas son un infierno para mí! En fin, tú no tienes problema con eso, lo que sí, a veces sigues apurándote demasiado al escribir y pones una acción tras otra sin dejar que uno termine de digerir la primera. Pero estás mejorando en eso también. Gracias por la descripción de los personajes!! En lo que respecta a cuál es mi personaje favorito, la verdad no lo sé, quizá deberías dejar más días para cerrar la encuesta... Pero lo pensaré ahora y dejaré mi voto... Lore_92
Muchas gracias por pasar por mi blog... no tiene mucho porque el liceo me quita todo el tiempo (no sé cómo le llaman ustedes a la secundaria, nosotros le decimos liceo como el lyceè de los franceses)... Pero prometo que en las vacaciones de primavera, (cuando tú ya empezaste las clases, en setiembre), voy a tratar de agregar más cosas, más interesantes, más de mi estilo (aunque me divertí matando al pobre capitán)... bien, eso es todo... jajaja
Nota: setiembre no está mal escrito, sé que ustedes dicen septiembre, pero en mí país decimos setiembre y está aceptado por la RAE...
Tranquila, no te cortes (sin sarcasmo), quiero saber mis errores, si no no podré mejorar, como bien pone en la bienvenida del blog. Respecto a la votación, la abriré cuatro días más, si no te deja votar porque ya votaste, la cierro y vuelvo a abrir.
Saludos
Nosotros la secundaria la llamamos instituto. Lo de "setiembre" es una curiosidad que podría servirme :P. Respecto a lo de la repetición la voy a corregir.
jajajaja... bueno, me alegra que te sirva de algo... veo que tomas todo lo que te dejan, eso es bueno y útil como escritor... Gracias por lo de instituto, me gusta saber cómo le llaman los demás a las cosas que yo tomo como normales, pero sé que en mi país le llamamos a casi todo distinto... jajaja... de hecho creo que somos los únicos que decimos setiembre, pero no estoy segura, capáz que en Argentina también, pero no lo sé. Lo de no te cortes no lo entendí (supongo que es otro modismo), pero creo que en el conjunto logré comprender la idea... si tu lo quieres yo te critico, pero luego a quejarse a otro lado... jajaja!!!
Bueno, lo que quiero es la opinion de la gente, y decirme mis pequeños deslices como los que tú me dices y que se podría mejorar. :P
Saludos
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