Capítulo 1: La Cura

lunes, 17 de agosto de 2009

Kalzur y Gomli estaban muy atareados, Kalzur mezclaba unas hierbas que previamente había mandado a Glomli buscar, y Glomli fabricaba una nueva camilla para el Hombre que había aparecido allí.
-Necesito agua- pidió Kalzur mientras sacaba un mortero de su zurrón.
-Enseguida, he visto un arroyo al otro lado del claro.
Mientras recogía el agua oyó el grito de Kalzur. Rápidamente se llevó la mano a la espalda para sacar su hacha y se dio cuenta de que la había dejado al lado de Kalzur. Maldijo en silencio, pero se acordó de la espada corta que llevaba en el cinto, la desenfundó y corrió hacia Kalzur y vio a un Orco que parecía un mago y un Elfo Oscuro a su lado examinando a Izindriel y al Hombre.
-¡Quiénes sois y que queréis!- gritó amenazadoramente Glomli.

Shadak-Uhr y Shulliandlir se echaron a reír.
-Tranquilo amigo- exclamó tranquilamente Shadak-Uhr- No queremos haceros daño, todo lo contrario, pronto lo entenderás.
-No pasa nada Glomli, son amigos.- le informó Kalzur- Nos ayudarán a curar a Izindriel y al Hombre y luego nos explicaran quienes son.
-Comprendido- dijo Glomli, aunque no era verdad, ese día ocurrían cosas muy extrañas.

Al día siguiente Romdrin despertó, al verse rodeado de gente extraña se llevo la mano a la espada, pero comprobó que no estaba.
-Venid, el Hombre ya ha despertado- exclamó Kalzur.
-¡Bienvenido al mundo de los vivos!- le dijo Shulliandlir riendo.
-¿Quiénes sois? –preguntó inquisitivamente Romdrin.
-Pronto te lo explicaremos, cuando curemos a Izindriel- le dijo Shadak-Uhr- Aún no nos hemos presentado. Yo soy Shadak-Uhr, estos son: Shulliandlir, Kalzur, Glomli… veo que ya conoces a Izindriel.
-Yo soy Romdrin- dijo- ¿Cómo se que puedo confiar en vosotros?
-Bueno- le explicó Kalzur- Si fuéramos tus enemigos no estaríamos curando a Izindriel. Pronto todo se aclarará.
-Está bien confiaré en vosotros. No tengo otra opción –añadió con en un murmullo. ¿Qué le ha ocurrido a Izindriel?
-Ha sido herida por una hoja Hezshrak- le informó Shulliandlir.
-He estado dándole pociones para curarla, pero solo he conseguido retrasar el veneno, en una semana morirá- dijo consternado Kalzur.
-Tranquilo, los Hezshrak tienen toda clase de antídotos- contó Shadak-Uhr
-Si conseguimos robarles todos los antídotos, podría analizarlos y podríamos curar a muchos heridos de guerra- exclamó esperanzadoramente Kalzur.
-Será nuestra primera misión como Compañía- dijo alegremente Shadak-Uhr
-¿Compañía?- se extrañaron Glomli y Romdrin.
-Pronto se aclarará todo, concentrémonos en trazar un plan para robar los fármacos- informó Shulliandlir.
-Alguien tendrá que quedarse para vigilar a Izindriel- añadió Romdrin preocupado por su vieja amiga.
-Este lugar es sagrado, aquí estará segura sola- explicó Shadak-Uhr
-Bien el campamento Hezshrak principal está saliendo por el norte del Bosque de La Unión.
-Bien, ¿De qué disponemos?-preguntó Romdrin
-Combate cuerpo a cuerpo- dijo Glomli
-Mago-añadió Kalzur.
-Chamán- informó Shadak-Uhr
-Asesino- explicó Shulliandlir
Romdrin estuvo meditando unos minutos, luego llamó a todos para que se acercaran y les dijo:
-Este es mi plan: Muy sencillo, Shulliandlir irá delante, ya que es silencioso y rápido, Shadak-Uhr y Kalzur tejerán un hechizo de invisibilidad sobre nosotros e irán en la retaguardia para seleccionar los fármacos, y Glomli y yo iremos en el medio para presentar batalla si por desgracia nos descubren y para ayudar a cargar con los fármacos. ¿Conformes?
-Sí-respondieron todos al unísono, lo que provocó una carcajada general.
El campamento Hezshrak estaba formado por tiendas montadas con rapidez, unas pequeñas que usaban los soldados, y más grandes que usaban sus superiores, luego había pabellones donde se guardaban las armas y las provisiones.
De vez en cuando pasaban patrullas de somñolientos Hezshrak que charlaban entre ellos, lo que parecía ser el pabellón donde trazaban sus planes se encontraba en lo alto de una colina.
Dos guardias Hezshrak montaban guardia apaciblemente cuando uno escuchó un ruido.
-¿Quién va?- preguntó inquisitivamente.
Esas fueron sus últimas palabras pues una flecha le atravesó la garganta sin darle tiempo a gritar, su compañero escucho como caía al suelo y cuando se giró se encontró con una daga clavada en su pecho que parecía flotar.
Shulliandlir sacó la daga del pecho del Hezshrak y avisó mentalmente a sus amigos por la red de comunicación mágica hecha previamente por Shadak-Uhr y Kalzur (Bastaba con pensar algo y los demás lo oirían en su cabeza):
-Adelante, está despejado.
Cuatro sombras salieron de la arboleda, aunque solo Shulliandlir las vio, ya que estaban bajo un hechizo de invisibilidad, y solo los que están bajo sus efectos pueden ver a los demás.
Otros dos guardias cayeron abatidos por flechas, solo que una era de Romdrin.
Encontraron el pabellón de los fármacos sin dificultades, por suerte los Hezshrak no esperaban ningún ataque y no tenían defensas mágicas, por eso no detectaban el hechizo de invisibilidad.
Del pabellón de pociones colgaba un cartel de madera con una poción dibujada.
Dos guardias cayeron atravesados por armas que no veían.
La Compañía comenzó a guardar los fármacos en unos sacos.
Cuando se disponían a salir, una especie de humo comenzó a aparecer en el techo del pabellón y se hicieron visibles.
-¡Maldita sea! Alarmas mágicas,- maldijo Shadak-Uhr- rápido, por aquí.
Acto seguido pronunció unas palabras mágicas y una pequeña bola de fuego quemó un lado del pabellón.
Salieron corriendo y se encontraron con siete Hezshrak preparados para atacarles.
Una rápida flecha de Shulliandlir abatió a uno, una bola de viento de Kalzur mató a un segundo, Romdrin sacó la espada y se lanzó hacia uno de ellos gritando:
-¡Rogonar, Rogonar!
Se apoyó en una piedra para tomar impulso y saltó encima de un Hezshrak con la espada por encima de la cabeza y una mirada de furia.
El Hezshrak paró el violento golpe a duras penas y se tambaleó hacia atrás, lo que fue su perdición, ya que Romdrin aprovechó para atravesarle el corazón.
Mientras tanto Glomli había sacado su hacha de doble filo y había partido la espada de un Hezshrak matándolo.
-¡Las hojas de los Enanos no pueden ser frenadas por nada! ¡Throrniel!
El arma de su segundo oponente resistió sus golpes. El primero fue un tajo que hubiera partido a la mitad al Hezshrak, que alzó la espada y detuvo el golpe, contraatacando por debajo, Glomli agarró el hacha por arriba y paró el golpe con el mango, acto seguido hundió el hacha en el pecho de su oponente.
Sigilosamente, Shulliandlir se había ido por detrás de los Hezshrak y mató a uno clavándole un puñal en la espalda, el Hezshrak restante se había dado la vuelta y hubiera matado a Shulliandlir de no ser porque su amigo Shadak-Uhr mandó un hechizo que mató al Hezshrak.
Salieron corriendo y entraron en el bosque. Los Hezshrak venían pisándole los talones y se quedaron impresionados al verlos entrar en el Bosque de La Unión, pues ellos sabían que era sagrado.
Emprendieron el viaje de vuelta, a pesar de estar fatigados, avanzaron a buen ritmo ya que estaban preocupados por Izindriel. En la primera noche, mientras Romdrin montaba guardia un oso les atacó, pero no fue rival para la espada de Romdrin. Luego llegaron sin problemas.
Izindriel estaba peor, la fiebre le había subido mucho, se agitaba en sueños y decía cosas sin sentido.
Pasó un día más antes de que Kalzur y Shadak-Uhr encontraran la cura. Izindriel había dejado de agitarse, pues ya no tenía fuerzas, la fiebre era alarmante. No le quedaban muchas horas de vida.
-¡La tengo!- exclamó Kalzur con un grito triunfante.
Todos se acercaron corriendo y vieron a Kalzur con dos pociones en la mano.
-He hecho otra para llevársela a nuestras gentes- explicó Kalzur.
-Bien, ahora démosela a Izindriel- apremió Glomli.
Se acercaron corriendo a Izindriel y vertieron la cura en sus labios.

Al día siguiente Izindriel despertó.
Al abrir los ojos vio un claro de un bosque de árboles imponentes y en el centro del claro las estatuas de los dioses de cada raza.
-¿Dónde estoy?- preguntó adormilada.
Todos dejaron lo que estaban haciendo (afilando espadas, fabricando flechas, leyendo libros de hechizos…)
-¡Izindriel, Izindriel!- todos se acercaron corriendo como locos, lo que hizo reír a Izindriel. Todos se echaron a reír al unísono.

Después de explicarle sus aventuras a Izindriel, Shadak-Uhr dijo solemnemente:
-Hoy es el Gran Día en el que los dioses nos hablarán.
-Hoy es plenilunio, tienes razón- añadió Shulliandlir.
-¿Qué queréis decir con eso?- preguntó Romdrin extrañado ante las palabras de sus recién conocidos amigos.
-Pronto lo entenderás.- dijo enigmáticamente Shadak-Uhr- Esta noche.
-Deberías explicarle lo que hay que hacer- indicó Shulliandlir.
-Tienes razón, existe una profecía que dice así:
El día en que ellos se hagan a la mar,
El mal llegará a la par.
Nuestras tierras atacarán,
Pero los Elegidos nos Salvarán.
La Unión de las Razas.
Cinco son,
Las Armas del Destino han de encontrar,
Para con el mal terminar.

Luego había anotaciones que hemos descifrado- continuó Shadak-Uhr- que decían el día exacto y qué nos dirán los dioses. Nos dirán el lugar donde se encuentran las armas.
Como veis la estatua del dios de cada raza está mirando hacía un asiento. Cada uno se sentará en el suyo, y a medianoche los dioses nos hablarán, no se de que forma, pero lo harán.

Se acercaba la medianoche, todos estaban en sus sitios, la expectación era palpable, Kalzur y Shadak-Uhr habían trazado hechizos de protección alrededor de los Elegidos. Kalzur estaba al lado de Izindriel, pues quería ver a su diosa.
-Recordad, sed muy amables con ellos, ¿Vale?- les rogó Shulliandlir.
-Se como tratar a un dios, Orejas Flechas- le respondió Glomli.
Todos se echaron a reír, pues tenían que descargar la tensión.
De repente, fuegos fatuos empezaron a aparecer y flotar en el aire, dejando estelas brillantes tras de sí.
Todos se quedaron embelesados admirando el espectáculo del que estaban rodeados.
Un rayo de luna incidió en el medio de las cinco estatuas y rebotó estratégicamente en unos espejos ocultos en el medio de las estatuas y dio en las cabezas de cada dios.
Las estatuas comenzaron a parpadear, lo que dejó boquiabiertos a los Elegidos.
Recordando lo que tenían que hacer, cada uno dijo respectivamente:
-Iliendlur, dios de los Hombres.
-Eminzidriel, diosa de los Elfos.
-Throrniel, dios de los Enanos.
-Sheriazor, diosa de los Elfos Oscuros.
-Paangrio, dios de los Orcos
-Bienvenidos a este mundo- dijeron todos a coro después de pronunciar los nombres de sus dioses.
-Gracias, Elegidos- respondieron los dioses con una sincronización perfecta,
sus voces eran indescriptible, voces terribles y hermosas, viejas y sabias, eternas.- Habéis sido convocados en el Claro Sagrado para conocer el paradero de las Armas del Destino. Será revelado ahora.
De repente el suelo comenzó a temblar, los Elegidos se removieron inquietos en sus asientos.
Una especie de mesas de piedra comenzaron a salir delante de los Elegidos:














-¿Qué extraño lenguaje es este?- se extrañó Glomli.
-Es el Idioma Antiguo- le explicó Kalzur tímidamente.
-Veo que eres un Elfo culto- le dijo amablemente Eminzidriel.
-Gr… Gracias- tartamudeó Kalzur.
-¿Y qué hemos de hacer?- preguntó Shadak-Uhr, hasta él, ante la presencia de los dioses, había perdido su seguridad habitual.
-Tenéis que encontrar las armas y liderar la Batalla Final contra los Hezshrak- le respondieron los dioses- No os podemos ayudar más. Adiós, Elegidos.
Dicho esto, hubo un estallido de luz y los fuegos fatuos y el rayo de luna desparecieron. Las estatuas se quedaron inmóviles.
Pasó un largo rato antes de que nadie se moviera de su asiento, ya que cada uno pensaba en la tarea que debían llevar a cabo. La Tierra de Cernandul dependía de ellos.
-Bien, pongámonos a traducir el Idioma Antiguo- dijo Shadak-Uhr despertando a todos de su ensoñación.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, yo otra vez, espero que no te empieze a molestar, :-). Acabo de leer el primer capítulo..como es obvio, y me pareció muy bueno también. Está mejor que el prólogo en términos de repeticiones, por lo que resueltó más fácil leerlo... Lo que sí te acosenjaría es que no te apures, sé que a veces cuando uno tiene una idea en la cabeza la quiere escribir ya y ahora (valga la redundancia), pero sería bueno que te calmaras un poco para que no parezca que acciones que toman minutos hayan durado segundos, o por ejemplo: el viaje de regreso al Boque de la Unión, que duró dos días, tan sólo ocupa dos frases en tu historia. No significa que debas hacer algo engorroso que haga que el lector quiera dejar de leer, sino que le pongas más pasión al ambiente. Pregunta: los personajes fueron heridos, se cansaron o algo... No es una crítica, es una ayuda, digo para que puedas agregar algo de emoción a los personajes, que parece a veces que actúan sin consecuencias. Podrías ahondar un poco más en el ambiente del campamento antes de que los Elegidos ataquen, para así parece que realmente ha habido una revolución (aunque sea invisible). Bueno, ya me metí lo suficiente...perdón si sientes que es demasiado... no es mi intención, creo que la historia tiene futuro pero ponle más alma, por ahora parece cada tanto como si sólo escribieras acciones (muy buenas, pero requiere de más para mejorarlo)... Ahora leeré el segundo capítulo... comienzo a intrigarme...

L.L.V dijo...

No me parece demasiado, me parece perfecto que me digan lo que está mal, asi aprendo de mis errores y lo mejoro. Muchas gracias, procurare ampliar lo de el viaje

Anónimo dijo...

Me olvidé de felicitarte por tu creación: las runas del idioma antiguo! Muy buenas... Felicitaciones! Lore_92

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